UNESCO colabora en la iniciativa del Día del Futuro en Uruguay

El Día del Futuro es una instancia de reflexión transversal que se celebra en Uruguay todos los años desde hace una década, impulsado por el periódico La Diaria, donde participan la academia, la sociedad civil y el sistema político. Su principal propósito es generar espacios para analizar y proyectar el acontecer a mediano y largo plazo.

La oficina Regional de Ciencias de UNESCO para América Latina y el Caribe acompaña el proyecto, sumándose en esta edición como un colaborador articulador para potenciar y ampliar la capacidad de intercambio. La ciencia, el desafío del cambio climático, la inclusión social y el avance de la tecnología son los principales baluartes que enmarcan la propuesta para la edición 2021.

A partir del mes de septiembre y hasta fines de noviembre, centenares de colectivos, organizaciones y movimientos sociales, referentes de la academia y representantes de la política se darán encuentro con el objetivo de promover la experimentación de procesos colaborativos de amplia participación ciudadana, orientados a la co-creación para una gobernanza abierta, y fortalecer y crear capacidades sociales anticipatorias y de uso informado del futuro. Habrá actividades presenciales y digitales, gratuitas y abiertas a todo el público.

Como parte del proceso, en Uruguay la Asamblea General instaló en julio de 2021 la Comisión Especial de Futuro del Parlamento, una iniciativa bicameral que surgió por el impulso de los organizadores del Día del Futuro en Uruguay e integra a representantes de todo el sistema político. La UNESCO ha sido invitada a colaborar con dicho grupo de trabajo con el propósito de apoyar a nivel de metodología. El Parlamento uruguayo firmó un acuerdo con la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe, para formalizar una alianza conjunta con el fin de repensar cómo se deberían afrontar los desafíos del país en la era post-pandémica.

El compromiso de Naciones Unidas

Las pandemias, la emergencia climática y la inequidad, pasando, también, por el futuro del trabajo y las nuevas necesidades en la educación, el rápido desarrollo de las tecnologías digitales y los nuevos descubrimientos científicos, los gobiernos y los legisladores tienen la responsabilidad de abrir diálogos regenerativos con sus representados, y con la sociedad en general, sobre los futuros posibles y cuál es el futuro para todos sin dejar a nadie atrás.

La UNESCO promueve teoría y práctica sobre anticipación y diseño del futuro, contribuyendo a la creación de capacidades en diversas comunidades, generando conocimientos para el uso más eficiente del futuro como factor en los procesos de toma de decisiones. Desde su mandato más intrínseco, se fomenta y acompaña la creación en la región de proyectos similares al que ahora celebra Uruguay, capaces de poner en primera línea la defensa de los derechos humanos en el futuro, interpelando por el rol que ocupará la ciencia y la tecnología en la vida de las personas en América Latina y el Caribe.

En esta línea y siendo fiel a dicho espíritu, la UNESCO trabaja actualmente en la creación de una Plataforma Regional Futuros y Complejidad, con el objetivo de fortalecer la formulación de políticas estratégicas a largo plazo y la producción de conocimiento en entornos de alta incertidumbre, mediante el desarrollo de capacidades, la asistencia técnica, la promoción de diálogos regenerativos y una amplia comunicación social.

El mismo compromiso se refleja en todo el sistema de Naciones Unidas. Su secretario general, António Guterres, manifestó recientemente la necesidad de diseñar una ​​ "Cumbre Mundial del Futuro", apoyados en sistemas colaborativos y de cooperación. para examinar todas estas cuestiones más relevantes del momento presente y del futuro a mediano y largo plazo.

"En primer lugar, necesitamos medidas inmediatas para proteger nuestros bienes mundiales más preciados, desde los océanos hasta el espacio exterior, y para cumplir nuestras aspiraciones comunes: la paz, la salud mundial, un planeta habitable", expresó Guterres. Y añadió: "Esto significaría una nueva era para la protección social, incluyendo la cobertura sanitaria universal y la protección de los ingresos, la vivienda, el trabajo decente, la transformación de la educación, las habilidades y el aprendizaje permanente; y la prevención y el fin de la epidemia de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas que frena a toda la humanidad. La cumbre consideraría también una Nueva Agenda para la Paz que incluiría medidas para reducir los riesgos estratégicos de las armas nucleares, la ciberguerra y las armas autónomas letales".