Telefónica SA

05/20/2022 | Press release | Distributed by Public on 05/20/2022 01:58

Un ecosistema de internet sostenible y equilibrado para alcanzar los objetivos europeos de conectividad

El crecimiento y la innovación en toda la cadena de valor de internet podría retrasarse como consecuencia de los desequilibrios del mercado existentes. Esta es la principal conclusión del informe "Internet Value Chain 2022 ", elaborado por Kearny y GSMA. En el evento "La cadena de valor de internet: últimos números, dinámicas actuales y tendencias de futuro", celebrado el pasado 18 de mayo, se analizaron las posibles soluciones para impulsar la conectividad y asegurar la continuidad de la inversión en capacidad y cobertura de las redes.

Josianne Cutajar (miembro del Parlamento Europeo), Pearse O'Donohue (Director de la Dirección de Redes Futuras, DG CONNECT, Comisión Europea), Annemarie Sipkes (Presidenta de BEREC) y Juan Montero Rodil (Director de Políticas Públicas, Competencia y Regulación en Telefónica) participaron en una conversación moderada por Laszlo Toth (Director de Políticas Públicas de GSMA Europa). Las intervenciones comenzaron con un acuerdo unánime entre los participantes sobre la necesidad de favorecer la conectividad para alcanzar los objetivos de la Década Digital y potenciar el desarrollo económico y social de la Unión Europea.

Ese plan europeo tiene la ambición de contar con redes de ultra alta capacidad (gigabit) y conectividad 5G para 2030. La propuesta es un claro reconocimiento de la relevancia de la conectividad para impulsar una doble transición, digital y verde. Aunque los objetivos están claros, "necesitamos hacer mucho más" para conseguirlos, explicaba Josianne Cutajar.

La sostenibilidad de una cadena de valor de Internet sana

"Necesitamos soluciones antes de que aparezcan los posibles problemas", advertía Juan Montero. Para cumplir con los objetivos de conectividad establecidos por la Comisión Europea en la Década Digital, se necesitan soluciones que favorezcan un ecosistema favorable a la inversión.

Hasta el momento, los datos son preocupantes. El estudio de Kearney revela que no existe un equilibrio en la distribución del valor en la cadena de valor de Internet y, en los últimos años, esta tendencia se ha acentuado. El ecosistema de Internet y la dinámica competitiva han cambiado.

El compromiso del sector de las telecomunicaciones de llevar el progreso y el bienestar a todos los europeos se ha traducido en fuertes inversiones anuales, de alrededor de 50.000 millones de euros en CapEx. Este volumen de inversión no es sostenible para un sector de las telecomunicaciones europeo que no atraviesa su mejor momento, a diferencia de otras regiones. Esta situación encaja con la visión de Pearse O'Donohue, quien explicaba que se ha impuesto el coste total del despliegue a los operadores de la UE y continuar con esta situación podría frenar la consecución de las metas de conectividad.

El desarrollo de las capacidades tecnológicas de Europa podría estar en juego debido a la insuficiente rentabilidad de las inversiones o a la insuficiente escala local o regional. Para fortalecer los cimientos tecnológicos de nuestro futuro, necesitamos un enfoque político que aborde el nuevo contexto, desencadene la nueva era de conectividad y aúne esfuerzos en una colaboración hipersectorial.

La sostenibilidad de una cadena de valor de Internet sana depende de que se consiga una rentabilidad justa en los distintos eslabones de la cadena de valor. Es necesario repensar cómo las empresas de la cadena de valor de internet contribuyen de forma justa a la base del proceso de digitalización: las infraestructuras de conectividad digital. Este compromiso será fundamental para impulsar la política industrial europea y su capacidad de conseguir la autonomía estrategia.

Adaptación de la política de competencia a las nuevas dinámicas competitivas

Para que los operadores de telecomunicaciones europeos puedan escalar, innovar y se atrevan a ascender en la cadena de valor digital, también es clave una política regulatoria justa desarrollada en coherencia con una política de competencia moderna. Una nueva visión sobre la forma de aplicar la política de competencia, en particular al abordar el proceso de consolidación en el mercado, es indispensable para potenciar la conectividad en la Unión Europea.

En el sector de las telecomunicaciones europeo se caracteriza, en estos momentos, por la fragmentación. En cambio, el enfoque de política reguladora y de competencia vigente se diseñó para un escenario muy diferente, cuando el objetivo principal era liberalizar los monopolios existentes. Después de casi tres décadas, es hora de adaptar la política de competencia a la nueva dinámica competitiva. En este caso, será útil "una regulación basada en la evidencia", según explicaba Annemarie Sipkes.

Si la UE quiere una industria tecnológica europea fuerte y evitar una dependencia excesiva de las industrias extranjeras, se necesitan empresas de escala. Para conseguirlas, habrá que impulsar un entorno normativo y de política de competencia que fomente la inversión y la innovación, no solo los precios bajos a corto plazo.

Una estructura de mercado favorable a la inversión

La intención de mejora es evidente, pero los próximos pasos serán decisivos. El desempeño de la Comisión Europea en cuanto al control de la consolidación del mercado debería tener en cuenta estas necesidades y potenciar un enfoque favorable a la inversión. Este cambio se podría plasmar no solo en la autorización de las transacciones, sino también en los remedios que se establezcan y que, en ningún caso, deberían impulsar la competencia en condiciones artificiales.

Es fundamental promover estructuras de mercado que permitan la sostenibilidad del sector europeo garantizando el retorno de la inversión. Todo ello permitiendo una reconfiguración de los sectores dirigida por el mercado, a través de la consolidación dentro del mismo.

En este contexto de nuevas dinámicas de la cadena de valor de internet, oportunidades, retos e incertidumbres, la revisión y alineación de las políticas regulatorias, industriales y de competencia se convierten en la clave para una Europa digital soberana.

En la misma línea, la política industrial debe fomentar las inversiones privadas y la innovación en el ecosistema digital. La política de competencia y la regulación sectorial deben estar alineadas con la visión de la política industrial y las aspiraciones de soberanía digital en Europa.