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06/25/2022 | Press release | Archived content

Reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) sobre el brote de viruela símica en varios países

El Director General de la OMS tiene el placer de transmitir el informe de la reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) sobre el brote de viruela símica en varios países, celebrada el 23 de junio de 2022 de 12.00 a 17.00 horas (CEST) en Ginebra. El Director General de la OMS coincide con la valoración formulada por el Comité de Emergencias del RSI sobre el brote de viruela símica en varios países y, por el momento, no determina que el evento constituya una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Desde el 11 de mayo de 2022, la Secretaría de la OMS alertó a los Estados Partes en el RSI en relación con este evento por medio de publicaciones en el Sitio de Información sobre Eventos (una plataforma segura establecida por la Secretaría de la OMS para compartir información con los Estados Partes en el RSI). El objetivo de dichas publicaciones era dar a conocer el alcance del brote, informar de los esfuerzos de preparación y proporcionar acceso a las orientaciones técnicas para la adopción inmediata de las medidas de salud pública recomendadas por la Secretaría de la OMS.

La convocatoria de una reunión del Comité de Emergencias del RSI es un indicio del aumento del nivel de alerta para los Estados Partes en el RSI y la comunidad internacional de salud pública, y representa un llamamiento para intensificar las medidas de salud pública en respuesta a este evento.

El Director General de la OMS aprovecha la oportunidad para expresar su más sincero agradecimiento al Presidente, al Vicepresidente y a los miembros del Comité de Emergencias del RSI, así como a sus asesores.

Actas de la reunión

Los miembros y asesores del Comité de Emergencias se reunieron en persona (Presidente y Vicepresidente) y por teleconferencia (vía Zoom).

La Secretaría de la OMS dio la bienvenida a los participantes. El representante de la Oficina del Asesor Jurídico informó a los miembros y asesores sobre sus funciones y responsabilidades y subrayó el mandato del Comité de Emergencias en virtud de los artículos pertinentes del RSI. El responsable de ética del Departamento de Conformidad, Gestión de Riesgos y Ética proporcionó a los miembros y asesores una visión general del proceso de declaración de intereses de la OMS. Se informó a los miembros y asesores de su responsabilidad individual de revelar a la OMS, de manera oportuna, cualquier interés de naturaleza personal, profesional, financiera, intelectual o comercial que pudiera dar lugar a un conflicto de intereses percibido o real. Además, se les recordó su deber de mantener la confidencialidad sobre los debates de la reunión y los trabajos del Comité. Todos los miembros y asesores fueron objeto de examen. No hubo constancia de ningún conflicto de intereses.

A continuación, el Oficial Jurídico Principal facilitó la elección de los miembros de la Mesa del Comité, de acuerdo con el reglamento y los métodos de trabajo del Comité de Emergencias. El Dr. Jean-Marie Okwo-Bele fue elegido Presidente del Comité, la Profesora Nicola Low, Vicepresidenta, y la Dra. Inger Damon, Relatora, todos por aclamación. El Presidente pasó a dirigir la reunión y presentó sus objetivos: proporcionar opiniones al Director General de la OMS sobre la posibilidad de que el evento constituyera una emergencia de salud pública de importancia internacional y, en caso afirmativo, aportar posibles recomendaciones temporales.

Presentaciones

El Director General de la OMS se unió a la reunión por vídeo y dio la bienvenida a los participantes, y agradeció el asesoramiento del Comité sobre el evento.

La Secretaría de la OMS presentó la situación epidemiológica mundial y destacó que, desde principios de mayo de 2022, la OMS había recibido la notificación de 3040 casos en 47 países. Muchos países que anteriormente no habían notificado casos de viruela símica se están viendo afectados por la transmisión de esa enfermedad, y actualmente el mayor número de casos se registra en países de la Región de Europa de la OMS. Los primeros casos de viruela símica detectados en algunos países de diferentes regiones de la OMS no tenían vínculos epidemiológicos con las zonas que históricamente han notificado la enfermedad, lo que sugiere la posibilidad de que en esos países desde hace algún tiempo persista la transmisión sin detectar. La mayoría de los casos confirmados de viruela símica corresponden a varones, y en su mayor parte afectan a homosexuales, bisexuales y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres en zonas urbanas y se concentran en torno a redes sociales y sexuales.

El cuadro clínico suele ser atípico, con pocas lesiones localizadas en la zona genital, perineal/perianal o perioral que no se extienden más allá, y una erupción asíncrona que aparece antes del desarrollo de una fase prodrómica (es decir, linfadenopatía, fiebre, malestar). Hasta la fecha se han producido pocas hospitalizaciones, y se ha notificado una muerte en un varón inmunodeprimido. Algunas investigaciones preliminares han estimado que el número de reproducción (R0) es de 0,8 y, entre los casos que se identifican como hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, es superior a 1. Se estima que el periodo medio de incubación entre los casos notificados es de 8,5 días, oscilando entre 4,2 y 17,3 días (estimación basada en 18 casos en los Países Bajos). El intervalo medio de la serie se estima en 9,8 días (IC del 95%: 5,9-21,4 días, basado en 17 parejas que son contacto de casos en el Reino Unido). Hasta la fecha, se han notificado 10 casos de infección entre trabajadores de la salud, de los cuales al menos nueve no eran ocupacionales.

Los representantes del Canadá, la República Democrática del Congo, España, Nigeria, Portugal y el Reino Unido informaron al Comité sobre la situación epidemiológica y las medidas de respuesta actuales en sus respectivos países.

A continuación, la Secretaría de la OMS presentó el proyecto de «Plan Estratégico de la OMS para la Contención del Brote de Viruela Símica en Varios Países». El plan hace hincapié en que debe aplicarse un enfoque reforzado, ágil y de colaboración, centrado especialmente en la concienciación y capacitación de los grupos de población afectados para que adopten comportamientos seguros y medidas de protección en función de los riesgos a los que se enfrentan, y en la contención de la propagación de la viruela símica dentro de esos grupos de población.

La Secretaría de la OMS también presentó sus orientaciones técnicas, que se proporcionan a los países para apoyar sus iniciativas de respuesta a este evento y que giran en torno a: la mejora de la vigilancia; el aislamiento de casos; la identificación y seguimiento de contactos; el fortalecimiento de las capacidades de laboratorio y de diagnóstico; la gestión clínica y las medidas de prevención y control de infecciones en los establecimientos de salud y los entornos comunitarios, incluidos los planes de atención; el compromiso con los grupos de población afectados y una comunicación eficaz para evitar la estigmatización; y unos planes de atención sólidos, incluido el uso de contramedidas médicas dentro de marcos de investigación colaborativa, utilizando herramientas normalizadas de recopilación de datos para mejorar rápidamente la obtención de pruebas sobre la eficacia y seguridad de esos productos.

Sesión de deliberación

Tras la sesión de presentaciones, el Comité volvió a reunirse en una reunión a puerta cerrada para examinar si el evento constituía o no una emergencia de salud pública de importancia internacional y, en caso afirmativo, considerar las recomendaciones temporales redactadas por la Secretaría de la OMS de acuerdo con las disposiciones del RSI. A petición del Presidente, la Secretaría de la OMS recordó a los miembros del Comité su mandato y la definición de una emergencia de salud pública de importancia internacional de conformidad con el RSI: un evento extraordinario, que constituye un riesgo para la salud pública de otros Estados como resultado de la transmisión internacional, y que potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada.

El Comité debatió aspectos clave relacionados con el brote, entre los que figuran los siguientes: las observaciones actuales de estabilización o de posibles tendencias a la baja en el número de casos en algunos de los países afectados por el brote desde el principio; la necesidad de comprender mejor la dinámica de la transmisión; las dificultades relacionadas con el rastreo de contactos, en particular debido a los contactos anónimos, y los posibles vínculos con las reuniones internacionales y los actos del Orgullo LGBTQI+, que propician mayores oportunidades de exposición a través de contactos sexuales íntimos; la necesidad de una evaluación continua de las intervenciones que parecen haber incidido en la transmisión; la identificación de actividades clave para la comunicación de riesgos y el compromiso de la comunidad, trabajando en estrecha colaboración con las comunidades afectadas para sensibilizar sobre las medidas y comportamientos de protección personal durante los próximas celebraciones y reuniones; la necesidad de evaluar el impacto de las diferentes intervenciones, incluidas la evaluación de las estrategias de vacunación aplicadas por algunos países en respuesta al brote; y la disponibilidad de contramedidas médicas, la equidad en el acceso a dichas medidas y su autorización.

El Comité mostró su preocupación por la posibilidad de exacerbación de la estigmatización y vulneración de los derechos humanos de los grupos de población afectados, incluidos los derechos a la intimidad, la no discriminación y la salud física y mental, lo que dificultaría aún más los esfuerzos de respuesta. Además, en lo que concierne a la protección de la salud pública, algunos miembros del Comité expresaron la opinión de que las leyes, políticas y prácticas que penalizan o estigmatizan las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo por parte de actores estatales o no estatales crean obstáculos para el acceso a los servicios de salud y también pueden dificultar las intervenciones de respuesta.

Con objeto de apoyar una evaluación más completa del riesgo de este evento para la salud pública es necesario disponer rápidamente de más información sobre las siguientes lagunas de conocimiento y ámbitos de incertidumbre: los modos de transmisión; el espectro completo del cuadro clínico; el período infeccioso; las especies reservorio y el potencial de zoonosis inversa; la posibilidad de infección por el virus; y el acceso a las vacunas y antivirales y su eficacia en los seres humanos.

El Comité reconoció que la viruela símica es endémica en algunas partes de África , en donde esta enfermedad, en ocasiones letal, se ha observado durante décadas, y que la respuesta a este brote debe servir de catalizador para aumentar los esfuerzos destinados a hacer frente a la viruela símica a largo plazo y mejorar el acceso a los suministros esenciales en todo el mundo.

Conclusiones y recomendaciones

El Comité observó que muchos aspectos del actual brote que afecta a diversos países son inusuales, como la aparición de casos en países en los que previamente no se había documentado la circulación del virus de la viruela símica y el hecho de que la gran mayoría de los casos afecta a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, jóvenes y sin inmunización previa contra la viruela (se sabe que la vacunación contra la viruela también es eficaz para proteger contra la viruela símica). Algunos miembros indicaron que, dado el bajo nivel de inmunidad de la población contra la infección por el virus de la viruela, existe un riesgo de transmisión ulterior y sostenida en la población general que no debería pasarse por alto. El Comité también destacó que en los países de la Región de África de la OMS la actividad del virus de la viruela símica se ha pasado por alto y no se ha controlado bien durante años.

El Comité también observó que la respuesta al brote requiere esfuerzos internacionales de colaboración, y que en algunos países de ingresos altos afectados ya se han iniciado actividades de respuesta, aunque no ha habido tiempo suficiente para evaluar su eficacia.

Aunque algunos miembros expresaron opiniones diferentes, el Comité decidió por consenso recomendar al Director General de la OMS que, por el momento, se determinara que el brote no constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Sin embargo, el Comité reconoció unánimemente el carácter de emergencia del evento y que el control de la propagación ulterior del brote requería intensos esfuerzos de respuesta. El Comité aconsejó que se siguiera de cerca el evento y que se revisara al cabo de unas semanas, una vez que se dispusiera de más información sobre las incógnitas actuales, para determinar si se han producido cambios significativos que puedan justificar una reconsideración de su recomendación.

El Comité consideró que la aparición de uno o más de los siguientes factores debería dar lugar a una reevaluación del evento: la evidencia de un aumento en la tasa de incremento de los casos notificados en los siguientes 21 días, tanto entre los grupos de población actualmente afectados como entre otros grupos; la aparición de casos entre los trabajadores sexuales; la evidencia de propagación significativa hacia otros países y dentro de ellos, o el aumento significativo en el número de casos y la propagación en países endémicos; el aumento del número de casos en grupos vulnerables, como las personas inmunodeprimidas, incluidos las personas con infección por el VIH mal controlada, las mujeres embarazadas y los niños; datos que indiquen una mayor gravedad en los casos notificados (es decir, mayor morbilidad o mortalidad y mayores tasas de hospitalización); la evidencia de transmisión inversa a la población animal; la evidencia de un cambio significativo en el genoma viral asociado a cambios fenotípicos, que conduzcan a una mayor transmisibilidad, virulencia o propiedades de escape inmunológico, o resistencia a los antivirales, y a un menor efecto de las contramedidas; y la evidencia de un conglomerado de casos asociados con clados de mayor virulencia detectados en nuevos países fuera de África occidental y central.

Por último, el Comité recomendó al Director General de la OMS que los países, de acuerdo con el espíritu del artículo 44 del RSI, colaboraran entre sí y con la OMS en la prestación de la asistencia necesaria por medio de cauces bilaterales, regionales o multilaterales, y que siguieran las orientaciones proporcionadas por la OMS (véase Viruela símica (who.int)).