Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas inició periodo de sesiones 2021-2022 con miras a impulsar una recuperación sostenible de la pandemia de COVID-19

Nueva York. Del 21 al 22 de julio tuvo lugar el Segmento de Gestión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, el cual estuvo presidido por el Embajador Collen Vixen Kelapile, Representante Permanente de Botsuana, y contó con la participación de Colombia junto a 53 países miembros del Consejo.

Esta reunión marcó el final del período de sesiones 2020-2021 del órgano y tuvo como resultado la adopción de 12 resoluciones, 11 decisiones y 4 recomendaciones de crucial importancia para avanzar en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en la recuperación socioeconómica de la pandemia de COVID-19.

Las medidas acogidas abarcaron una amplia variedad de temas, entre ellos, el apoyo a países menos desarrollados y en situación de conflicto, la cooperación regional, la prevención del delito, la lucha contra el narcotráfico y la participación de Organizaciones No Gubernamentales en las deliberaciones del Consejo. También se establecieron acciones para avanzar en la implementación de instrumentos importantes en materia medioambiental, como el Acuerdo de Escazú.

Adicionalmente, el 23 de julio, tuvo lugar la Sesión Organizacional del Consejo, mediante la cual se dio inicio al periodo de sesiones 2021-2022 del órgano. Como resultado, el actual presidente del Consejo, Embajador Munir Akram, Representante Permanente de Pakistán, cedió el cargo a su sucesor, Embajador Collen Vixen Kelapile, Representante Permanente de Botsuana. Tailandia, Finlandia y Bolivia fueron escogidos por los miembros del Consejo para representar a sus grupos regionales en la Mesa como vicepresidentes.

Durante el nuevo periodo de sesiones, el ECOSOC centrará sus esfuerzos en el acceso universal a las vacunas contra el COVID-19, la adopción de medidas fiscales para la recuperación económica, la atención de las inequidades sociales entre los países y al interior de ellos; el impulso del desarrollo tras situaciones de conflicto; el impulso de la ciencia, tecnología e innovación; la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad; la promoción del diálogo inclusivo para alcanzar la Agenda 2030, y el fortalecimiento del rol de grupos como jóvenes, mujeres y sector privado.

Como miembro del Consejo, Colombia continuará participando de manera constructiva en sus deliberaciones, con miras al fortalecimiento del órgano para proveer soluciones a las problemáticas económicas y sociales de los países en vía de desarrollo, salvaguardando la protección del medio ambiente.