UNHCR - Office of the United Nations High Commissioner for Refugees

05/03/2024 | Press release | Distributed by Public on 05/03/2024 16:56

Profunda preocupación por la población civil sin acceso a ayuda vital en Sudán

A más de un año del comienzo de la guerra en Sudán, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, sigue extremadamente preocupada por los impactantes niveles de violencia y los devastadores riesgos humanitarios y de protección, ya que muchas zonas del país permanecen fuera del alcance de las organizaciones de ayuda.

Por primera vez desde que comenzó el conflicto, un equipo de ACNUR con el Comisionado para los Refugiados de Sudán y la agencia nacional de ayuda, JASMAR para la Seguridad Humana, llegó a Omdurmán, en el estado de Jartum, una ciudad severamente afectada por el conflicto. El personal de ACNUR fue testigo de la destrucción masiva causada por la guerra, con enormes necesidades y altos niveles de sufrimiento entre una población que ha estado fuera del alcance de los trabajadores humanitarios durante meses.

Durante la misión de dos días a Omdurmán, que acoge a más de 12.000 personas refugiadas y más de 54.000 desplazadas internas, ACNUR se reunió con funcionarios locales y personas afectadas por el conflicto para identificar las necesidades y comprender los riesgos de protección.

Las familias desplazadas, entre ellas sudaneses y refugiados que estaban en Sudán antes de la guerra, contaron a ACNUR sus dificultades para conseguir alimentos suficientes debido al alza de los precios, lo que hace temer que las niñas y los niños padezcan desnutrición. La niñez no tiene acceso a escuelas ni a espacios para jugar, y los sonidos de los enfrentamientos los angustian. La población desplazada carece de alojamiento adecuado, y muchas personas viven hacinadas en lugares de acopio instalados principalmente en escuelas. Aunque hay dos hospitales abiertos, no hay suficientes medicamentos, especialmente para las personas con enfermedades crónicas. Las mujeres embarazadas no tienen acceso a atención prenatal. Las personas también expresaron su profunda preocupación por su seguridad y denunciaron un aumento de la violencia sexual, así como un apoyo jurídico limitado. Un gran número de personas están gravemente traumatizadas.

ACNUR identificó las agencias nacionales, ONG y otros grupos comunitarios relevantes sobre el terreno a los cuales ofrecer apoyo y suministros.

Más allá del estado de Jartum, la escalada de las hostilidades en la ciudad de El Fasher, en Darfur, está agravando la ya peligrosa situación de protección de la población civil. De acuerdo con los informes disponibles, decenas de aldeas han sido atacadas, algunas arrasadas, con el resultado del asesinato de personas inocentes y la destrucción de bienes públicos y cosechas. La violencia indiscriminada, incluida la violencia sexual, así como los casos de niñas y niños separados y desaparecidos, van en aumento. Las restricciones a la circulación en carreteras clave están impidiendo que las personas huyan a zonas más seguras, forzándolas a resguardarse en lugares de desplazamiento severamente superpoblados o en espacios abiertos, lo que aumenta los riesgos.

ACNUR continúa instando a que se garantice la seguridad de la población civil, el acceso seguro de las agencias de ayuda humanitaria para que puedan entregar apoyo y suministros y, sobre todo, el cese de las hostilidades. Los socios humanitarios también necesitan más apoyo para aumentar su capacidad de respuesta.

ACNUR, junto con sus socios de la ONU, permanece en Sudán para apoyar a su población y sigue operando donde tiene un acceso seguro. En Jartum, Darfur y el estado de Kordofán, estamos trabajando con socios locales, líderes refugiados y redes comunitarias de protección para supervisar las necesidades y brindar asistencia donde sea posible. También estamos presentes en los estados del Mar Rojo, Norte, Nilo Blanco, Nilo Azul, Gadarif y Kasala, que acogen a cientos de miles de personas refugiadas que ya se encontraban en el país antes del conflicto.

Alrededor de 6,7 millones de personas son desplazadas internas en Sudán, y la situación sigue siendo peligrosa e inestable. Entre las más de 920.000 personas refugiadas en Sudán, procedentes principalmente de Sudán del Sur, Eritrea y Etiopía, hay más de 200.000 que se han desplazado varias veces dentro del país desde el comienzo de la guerra.

Un año después, miles de personas siguen abandonando Sudán diariamente en busca de seguridad en los países vecinos. Hasta la fecha, 1,8 millones de personas han cruzado a Chad, Egipto, Sudán del Sur, Etiopía y la República Centroafricana.

Mientras la situación humanitaria continúa empeorando, los recursos financieros necesarios para cubrir las necesidades en todo Sudán y en los países vecinos son peligrosamente insuficientes. Hasta la fecha, solo se ha recibido el 10 por ciento de los 2.600 millones de dólares (USD) necesarios para llegar a más de 18 millones de personas con asistencia vital dentro de Sudán, y solo se ha cubierto el 8 por ciento de los 1.400 millones de dólares (USD) de necesidades financieras esbozadas en el Plan Regional de Respuesta a los Refugiados para Sudán 2024.

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