05/06/2024 | News release | Distributed by Public on 05/07/2024 02:38
Con cientos de miles de niños y niñas heridas, enfermas, desnutridas, traumatizadas o con discapacidad, pedimos protección para todos.
Niños, niñas y sus familias desplazados internos en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Entre ellos, aguas residuales y desechos cerca de las tiendas de campaña. © UNICEF/UNI544677/El Baba
Con el continuo deterioro de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, un asedio militar y una incursión terrestre en Rafah supondrían riesgos catastróficos para los 600.000 niños y niñas que actualmente se refugian allí.
Tras las órdenes de evacuación del pasado mes de octubre para desplazarse hacia el sur, ahora quedan unas 1,2 millones de personas refugiadas en Rafah, donde antes vivían unas 250.000. Como resultado Rafah, con 20.000 personas por kilómetro cuadrado, tiene casi el doble de densidad de población que la ciudad de Nueva York (11.300 personas por kilómetro cuadrado).
Aproximadamente la mitad son niños y niñas, muchos de los cuales se han visto desplazados varias veces y se refugian en tiendas de campaña o en viviendas informales e inestables.
Una combinación de situaciones extremas ponen en peligro a los niños y niñas:
Por todo ello, advertimos de una nueva catástrofe para los niños y niñas, ya que las operaciones militares provocarán un número muy elevado de víctimas civiles y los pocos servicios básicos e infraestructuras que les quedan para sobrevivir quedarán totalmente destruidos.
"Más de 200 días de guerra en Gaza se han cobrado un precio inimaginable en las vidas de los niños y niñas", afirma Catherine Russell, nuestra directora ejecutiva. "Rafah es ahora una ciudad de niños y niñas que no tienen ningún lugar seguro al que ir en Gaza. Si se inician operaciones militares a gran escala, los niños y las niñas no sólo estarán en peligro por la violencia, sino también por el caos y el pánico, y en un momento en que su estado físico y mental ya está debilitado".
Los niños y niñas son especialmente vulnerables a los devastadores efectos de la guerra en la Franja de Gaza, sobre todo si comparamos con los adultos.
Están muriendo y resultando heridos de forma desproporcionada y sufren de forma más aguda las interrupciones en la asistencia sanitaria y la educación, así como la falta de acceso a alimentos y agua suficientes.
Según las últimas estimaciones del Ministerio de Sanidad palestino, ya han muerto más de 14.000 niños y niñas en este conflicto.
Mientras tanto, se calcula que cientos de miles de niños y niñas de Rafah padecen alguna discapacidad, enfermedad u otro tipo de vulnerabilidad que los pone aún más en peligro ante las inminentes operaciones militares en la ciudad:
Muchas de estas vulnerabilidades no se excluyen mutuamente, lo que significa que un mismo niño puede estar herido y enfermo o desnutrido y ser bebé.
"Cientos de miles de niños y niñas que ahora están hacinados en Rafah están heridos, enfermos, desnutridos, traumatizados o viven con discapacidades", concluye Russell. "Muchos han sido desplazados en múltiples ocasiones y han perdido sus hogares, a sus padres y a sus seres queridos. Necesitan protección, así como los servicios de los que dependen, como instalaciones médicas y refugio".
Teniendo en cuenta la especial vulnerabilidad de los niños y niñas, UNICEF hace un llamamiento para:
A su vez, reiteramos el llamamiento del Comité Permanente entre Organismos para que Israel "cumpla su obligación legal, en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, de proporcionar alimentos y suministros médicos y facilitar las operaciones de ayuda, y a los dirigentes mundiales para que eviten que se produzca una catástrofe aún peor".
Nuestra misión es salvar y proteger a los niños y niñas de Gaza y no los vamos a dejar solos.