Votar a la extrema derecha es dar voz a los intereses de Putin en el Parlamento Europeo

En reacción al escándalo del "Russiagate", otro ejemplo más de los peligrosos vínculos entre los movimientos de extrema derecha y el Kremlin, el Parlamento Europeo ha adoptado hoy una resolución en la que denuncia con firmeza todo intento de promover la agenda política rusa dentro del Parlamento Europeo (PE).

Para los Socialistas y Demócratas, las recientes acusaciones sobre "Voice of Europe" y el partido AfD podrían constituir conductas sancionables en virtud del Código de Conducta del PE. En caso de confirmarse, debe responderse con la mayor firmeza posible. El Grupo S&D exige una investigación interna exhaustiva que evalúe todos los posibles casos de injerencia extranjera por parte de Rusia y de otros países de la Unión.

Desde el comienzo de esta legislatura, los Socialistas y Demócratas han encabezado los esfuerzos por poner al descubierto los vínculos entre el régimen de Putin y la extrema derecha, instando a tomar medidas para proteger nuestra democracia frente a agentes extranjeros malintencionados. Fue a petición nuestra que el Parlamento Europeo creó su Comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras en 2020.

En el marco de esta comisión, ya se han adoptado reformas como el fortalecimiento de la resiliencia, la integridad, la transparencia y la rendición de cuentas en esta Cámara, concretamente a través de las nuevas normas sobre procedimiento e integridad, el Órgano de Ética de la UE y la Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales. Sin embargo, los Socialistas y Demócratas están presionando para conseguir mayores reformas en el PE, puesto que debido a la oposición del conservador PPE no se ha logrado todo lo que a los y las progresistas del S&D les hubiera gustado. Como era de esperar, los eurodiputados del AfD también votaron en contra de establecer normas más estrictas en materia de transparencia e integridad.

Andreas Schieder, portavoz del Grupo S&D sobre injerencia extranjera, ha declarado:

"Cada semana, si no cada día, nos trae nuevas revelaciones de vínculos de la extrema derecha con el Kremlin u otros regímenes malignos. El escándalo del 'Russiagate' es tan solo otro ejemplo de los esfuerzos de Rusia por sabotear nuestros sistemas democráticos. Sentimos indignación ante la participación de eurodiputados en el medio de comunicación prorruso Voice of Europe, cuyo objetivo era influir en la opinión pública para socavar el apoyo de la UE a Ucrania. Ahora, nos enteramos de la detención del asistente del eurodiputado del AfD Maximilian Krah, acusado de espiar para China. ¿Qué será lo próximo?

"Ahora todo el mundo debería tener claro por qué la extrema derecha se opone a unas normas más estrictas sobre transparencia e integridad. Y también debería quedar claro que votar a la extrema derecha en las elecciones de junio es votar a favor de la influencia de Putin en el Parlamento Europeo.

"Putin lleva años librando una guerra híbrida contra las democracias europeas, y nosotros llevamos también años dando la voz de alarma: el Rassemblement National francés, la Liga italiana, el FPÖ austriaco, el Fidesz húngaro y el AfD alemán son solo algunos de los partidos de extrema derecha en los que Putin ha encontrado valiosos aliados. No es solo una cuestión de dinero. Desde el punto de vista ideológico, estos partidos están directamente supeditados a la agenda del Kremlin. Su objetivo es debilitar la Europa democrática, presionar a favor de posiciones prorrusas -los denominados valores familiares tradicionales rusos-, oponerse a las sanciones y poner en peligro los intereses europeos.

"Y nosotros y nosotras, Socialistas y Demócratas, no dejaremos de presionar para que se realicen más esfuerzos y reformas a fin de proteger la democracia europea".