IDB - Inter-American Development Bank

04/11/2024 | Press release | Distributed by Public on 04/11/2024 11:02

¿Cómo afecta al bienestar social el reemplazo de las tienditas de barrio por cadenas de conveniencia


En las tradicionales colonias mexicanas se está produciendo una revolución sutil pero significativa. No se trata de disturbios políticos o sociales. Se trata de una transformación del sector minorista. Las tienditas de barrio, que son el corazón de las comunidades locales, están compitiendo ahora, en considerable desventaja, con las gigantescas cadenas de conveniencia como 7-Eleven y Oxxo.

Esta revolución, impulsada por la entrada de las cadenas de conveniencia más grandes y eficientes, tiene implicaciones de gran alcance en el bienestar de los consumidores.

Las cadenas ofrecen una amplia gama de productos, similar a la de las tiendas de barrio, y se destacan por sus amenidades y servicios: horario ampliado, estacionamientos, aire acondicionado y aceptación de pagos electrónicos, por citar solo algunos. Estas características benefician a determinados sectores de la población. Pero no benefician a todos por igual.

Bienestar local: una historia de ganadores y perdedores

Gran parte de la diferencia se reduce a los ingresos y las preferencias de los consumidores. Una reciente publicación de autores del BID en Review of Economic Studies revela que a los hogares promedio les beneficia la entrada de las cadenas, con su variada gama de productos y las numerosas amenidades y servicios que ofrecen.

Sin embargo, los hogares de más bajos ingresos, dependen en gran medida de las tienditas de barrio. La entrada de cadenas, que reduce el número de tienditas, hace que los hogares tengan que desplazarse más para comprar. También hacen que tengan menos acceso a productos frescos, crédito informal, productos especialmente adaptados a los clientes de la colonia y otras facilidades.

Los mecanismos del cambio en el bienestar

El bienestar puede considerarse una medida de la satisfacción que obtienen los consumidores al adquirir bienes y servicios dentro de los límites de sus ingresos. Tiene en cuenta la experiencia de compra y las amenidades y servicios que ofrecen los establecimientos, así como el ingreso de los consumidores, que influye en lo que pueden permitirse y en sus preferencias de bienes, servicios y amenidades.

Así pues, el cambio en el bienestar de la nueva revolución del comercio minorista está impulsado por dos mecanismos subyacentes. Por un lado están los ingresos familiares. Lo que abarca todas las fuentes potenciales de ingresos, como las ganancias y los salarios, y tiene en cuenta la disponibilidad de empleo. Por otro lado está el costo de vida, que incluye todas las ventajas de adquirir bienes a precios determinados, teniendo en cuenta la experiencia de compra y las amenidades y servicios que la acompañan.

Nuestra investigación muestra que el efecto sobre los ingresos de los hogares es en gran medida neutro. La expansión de las cadenas reduce en un 10,7% el número de tienditas y disminuye un 5,8% las utilidades de las tienditas que quedan, lo que repercute directamente en los ingresos y el empleo autónomo. Sin embargo, las cadenas también crean oportunidades de empleo y, en promedio, la disminución de puestos de trabajo (incluidos los de los propietarios de las tienditas) en los comercios tradicionales se compensa con el aumento de puestos de trabajo en las cadenas de conveniencia.

En consecuencia, el efecto de los ingresos netos es casi neutro. Los ingresos laborales de los nuevos puestos de trabajo en las cadenas de minimercados compensan la pérdida de ingresos de las utilidades de los propietarios de las tienditas.

El costo de vida, por el contrario, aparece como el principal impulsor de los efectos sobre el bienestar y varía en función del estatus económico. Para los hogares más ricos, las cadenas, que no son necesariamente más baratas, ofrecen ganancias de bienestar en forma de variedad y amenidades y servicios. Los hogares más ricos valoran más estas amenidades y servicios, y las ganancias derivadas de la mayor disponibilidad de tiendas de conveniencia para el quintil más rico son más de un 20% mayores que para el quintil más pobre.

Las pérdidas de bienestar asociadas a un menor número de tienditas de barrio, por su parte, son más significativas para el quintil más pobre. Los hogares con más bajos ingresos experimentan mayores pérdidas de bienestar, ya que tienen más restricciones de efectivo y crédito y, entre otras características, menos probabilidades de poseer un automóvil, lo que los lleva a valorar más las tienditas por la opción de crédito informal, las relaciones con el propietario y la proximidad al hogar.

En resumen, la sustitución de las tienditas de barrio por tiendas de conveniencia, tiene un efecto regresivo, que beneficia más a los hogares más ricos, ya que el decil más rico de hogares experimenta una ganancia de bienestar del 1,6%, mientras que el decil más pobre sufre una pérdida de bienestar del 0,5%.

De cara al futuro con las cadenas de minimercados

La aparición de cadenas de conveniencia no necesariamente afecta al bienestar de manera negativa. Ofrece numerosas ventajas a una gran variedad de consumidores y estimula la competencia en el mercado. Sin embargo, es vital reconocer que los efectos de estos cambios no se distribuyen de manera uniforme. A medida que exploramos este panorama en constante evolución, es esencial mitigar las pérdidas sufridas por los más desfavorecidos y garantizar que el progreso sea inclusivo, extendiendo sus beneficios a todos.